RESEÑA: "ALTER CANTABRIA II: BAJO EL BRAMIDO DEL CÚLEBRE"
¿Qué pasa si juntas "Los Vengadores" (2012) con "Godzilla: Rey de los monstruos" (2019), le añades unos toques de la trilogía "Cómo entrenar a tu dragón", un poco de homenaje al cine de mechas (especialmente divertido el guiño a "Pacific Rim"), y lo ambientas todo en una Cantabria decimonónica poblada por seres mágicos? La respuesta a este inesperado cóctel es la novela "Bajo el bramido del Cúlebre", de G.G. Lapresa.
A veces ocurre que sigues a alguien por internet (redes sociales, podcasts, Youtube, etcétera), y entonces, un día, saca un libro. Si lo que sueles ver de esa persona en la red te gusta, puede que te pique la curiosidad y decidas darle un tiento; en ocasiones te arrepientes de haberle concedido el beneficio de la duda, y en otros casos el resultado no está mal (o está razonablemente bien, seamos generosos). En el caso de "Alter Cantabria", se superaron todas mis expectativas.
Ya seguía al autor en el antiguo Twitter, las entradas y reflexiones que compartía allí o en su blog me parecían la mar de interesantes, y la temática no podía llamarme más. ¿Fantasía y aventura inspiradas en folklore de la península ibérica? Parecía hecho expresamente para mí. Una vez empecé a leer "La caza del último ojácano", se confirmó que aquello era un amor a primera vista que ha durado hasta ahora.
Sirva toda esta dilatada introducción para aclarar que el libro que nos ocupa, "Alter Cantabria II: Bajo el bramido del Cúlebre" (también con mapa y prólogo de Dies, y portada e ilustraciones interiores de Hernández), es la conclusión de las historias arriba mencionadas, y que, por tanto, lo ideal antes de afrontar la lectura de este volumen es haberlos leído previamente.
Y ahora, continuemos con más preguntas, tal y como comenzábamos este texto:
¿Qué ocurre cuando tu buque insignia, tu faro moral de la saga, el epítome de la tranquilidad, el bien y la justicia, empieza a mentir, a traicionar y a dejarse llevar por el rencor y la venganza? ¿Cuando actúa, en fin, como un ser humano? ¿Qué sucede cuando el personaje que más se detesta a sí mismo de todas estas novelas, el que más tiempo lleva oculto tras una máscara de agresividad y desdén, se transforma en el ejemplo a seguir del grupo, en aquel que tira del carro, y lo hace carrileando como nadie? ¿Cómo reaccionan dos sinvergüenzas que llevan toda una vida huyendo de su pasado, sobreviviendo aventura tras aventura a base de descaro, cuando se ven envueltos en una situación descomunal que a todas luces les viene grande? ¿Qué pasa cuando un personaje que era como un libro abierto, sin doblez alguna, brutalmente honesta y directa, resulta tener escondidos sentimientos que ni siquiera ella misma se había permitido percibir?
La respuesta a todas estas preguntas, una vez más, está en "Bajo el bramido del Cúlebre", y el resultado es que todas estas personas, al final del libro, acaban siendo la mejor versión de sí mismas.
"Bajo el bramido del Cúlebre" empieza como las demás historias de esta saga, con sus diferentes personajes cruzando sus caminos en una serie de aventuras, con los distintos estilos narrativos de las novelas previas entremezclándose. Y entonces, a mitad del relato, todo confluye, el tono cambia y la narración adquiere unos tintes épicos y una escala GIGANTESCA. Gigantesca de verdad. Se puede sentir aquí la enormidad de todo lo que rodea a las antiguas bestias que acaparan el relato (esas versiones cántabras de Godzilla y King Ghidorah); la maldad pura y sin medias tintas del villano; la majestuosidad ruinosa de Isla Quebrada, y la inmensidad del océano. Acabando, finalmente, en un gran desenlace en Laredo, como no podía ser de otra forma, viniendo el autor de donde viene.
Y todo esto sin perder de vista que lo verdaderamente importante aquí son sus cinco personajes y su viaje, su reconciliación con su pasado (en el caso de alguno de ellos) y con ellos mismos (en el caso de TODOS ellos) hasta ser, como decía antes, su mejor versión posible. Los anti-fantasmas, podríamos decir, para quienes hayan leído el libro.
Me ha costado un poco valorar "Bajo el bramido del Cúlebre" con la máxima puntuación, y curiosamente no es la primera vez. Con la historia del ojáncano, estaba disfrutando tanto que sentí que me quedaba un poco a medias cuando terminaba la historia (algo que tenía que pasar a la fuerza, dado su carácter de novela corta); con Montehano, me chocó el cambio de registro y el humor chorra de los protagonistas (algo completamente intencionado, por cierto). Aquí, quizás, esperaba un clímax tan apoteósico, con todo el equipo dando el golpe final a la vez, a lo Vengadores, que no estaba siendo realista ni justo. Veis el problema, ¿verdad? El problema eran mis expectativas, y es una injusticia valorar una obra por lo que el lector tiene en la cabeza en vez de por lo que el autor quiere contar. Y, al igual que he acabado viendo el verdadero valor de las entregas previas (¡cinco estrellas a todas, vamos!), tras un par de días he terminado llegando a la conclusión de que sí, de que "Alter Cantabria II" es la pera limonera.
Y así llegamos al final. No me creo que no queden más historias que contar de este universo, pero sí pienso que ninguna podrá igualar a esta. ¿Algún relatito corto? Perfecto. ¿Un spin-off? Por qué no. ¿Quizás una precuela? Te miro a ti, Elena Larios. ¿Al menos unos créditos finales, del tipo "Juana vivió 150 años y luchó en la Guerra Civil Española"? Sí, venga, dale. En cualquier caso, no es necesario. Si esto es realmente el fin bien estará, porque todo lo realmente importante ya está plasmado aquí.
Gracias, G.G. Lapresa. Larga vida a "Alter Cantabria".
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