El huevo
La porosa superficie empezó a resquebrajarse: el huevo se estaba abriendo. La doctora Elizabeth Challenger recordaba como si fuera ayer el día en el habían encontrado el cadáver del pájaro. Cinco años atrás, ella y su equipo habían llegado a una pequeña y remota isla del Pacífico. Su viaje había sido financiado gracias a un proyecto que buscaba estudiar y catalogar la fauna de Micronesia. Cuando llegaron a la isla, Elizabeth se sorprendió al comprobar su estado. Poco tenía que ver aquel lugar, con sus plantaciones y su pequeña y destartalada ciudad, con el recóndito paraíso tropical que sugerían las fotografías e informes consultados. Los lugareños les contaron que el turismo había empezado a llegar también hasta aquel apartado rincón del mundo, y habían aplicado la lección darwiniana de adaptarse o morir. Más desolador para la científica fue descubrir que muchas de las ricas zonas selváticas de la isla, donde se suponía que debían llevar a cabo su trabajo, habían sido sustituidas